Me duele un diente

El dolor dental puede presentarse de diferentes formas y su origen puede ser diverso. Comprender cuándo aparece el dolor, ya sea ante un cambio de temperatura o de manera espontánea, nos ayuda a determinar su causa y a plantear el tratamiento adecuado.

La hipersensibilidad dental, que ocurre al contacto con alimentos o bebidas frías o dulces, se debe generalmente a la exposición de la dentina, la capa interna del diente. Este tipo de dolor puede aliviarse con el uso de dentífricos específicos para tratar la hipersensibilidad dental.

Si experimentas dolor en un diente, nos referimos entonces a pulpitis, puede estar causada por una caries, o también puede aparecer después de realizar un empaste. Lo que ocurre es que el nervio del diente esté irritado por la caries y por los procedimientos para su limpieza y sellado.

La pulpitis reversible causa dolor ante cambios de temperatura, alimentos ácidos o dulces, pero desaparece cuando desaparece el estímulo. En cambio, la pulpitis irreversible provoca dolor espontáneo y persistente, lo que indica que la infección ha alcanzado el nervio del diente, la pulpa. En este caso, es necesaria una endodoncia.

La endodoncia es un procedimiento que consta de dos pasos fundamentales: limpieza y sellado del interior del diente. En algunos casos, las bacterias pueden ser muy resistentes o pueden ubicarse en zonas inaccesibles, por lo que se requiere de un trabajo meticuloso para garantizar el éxito del tratamiento. Para ello, se utiliza anestesia y tecnología avanzada como el microscopio dental, que nos permite observar diferencias sutiles gracias a la magnificación de 10x ó 16x aumentos.

Disponemos de herramientas como el motor reciprocante para limas rotatorias, el localizador electrónico de ápices, la técnica de inyección de gutapercha caliente, y ultrasonidos para casos calcificados y para activar la solución irrigante, garantizando una limpieza más profunda del interior del diente.

En resumen, el éxito de la endodoncia radica en una limpieza adecuada para eliminar todas las bacterias y en un buen sellado para prevenir la entrada de nuevas bacterias, evitando así la reproducción de la infección.