• El estrés puede ser una situación común que acentúa o provoca problemas de sueño. Realizar actividades relajadas alrededor del tiempo de irse a la cama puede aliviar la tensión y promover el sueño. Intentar de forma consciente aclarar los problemas y darle solución puede tener un efecto positivo en la calidad del sueño. Conversar con amigos y colegas para ventilar estos problemas puede ser de utilidad.
• Los ejercicios de relajación y meditación algunas veces son prácticas beneficiosas para aliviar los problemas del sueño. El entrenamiento en estas técnicas lo imparten psicólogos, médicos y otros profesionales de la salud.
• Dar un tiempo a la identificación y posible solución de los problemas es una buena medida. Puede sentarse solo en un lugar tranquilo unos 30 minutos, escribiendo cada una de sus preocupaciones. Éstas pueden variar desde asuntos mundanos (fecha del cumpleaños del cónyuge, hijos, parientes, amigos) a asuntos más serios (problemas económicos o de relaciones interpersonales). Cuando haya escrito todos los problemas, ordene las tarjetas de acuerdo al grado de preocupación que le producen, ya que ello le facilitará la resolución de los mismos.
• Como la totalidad en sí puede no tener solución, los pequeños progresos en idear estas soluciones en algunos problemas le será de gran ayuda. Al día siguiente vuelva a examinar las hojas y comience a trabajar en las que ha encontrado alguna solución, desde las más simples a las más complejas.
• Diariamente al despertarse y al acostarse practique 20 respiraciones profundas, siempre por la nariz.
• Limite el consumo de estimulantes como el café, té, refrescos de cola y chocolate.
• Disminuya el consumo de tabaco.
• Procure dormir 6-8 horas diarias, respetando un horario fijo y con unas condiciones ambientales adecuadas (evite aparatos eléctricos o luminosos en la mesita de noche, tenga una temperatura ambiente templada de 20-22 ºC).
• Haga gimnasia, al menos 3 veces por semana, procurando estar en buena forma física.
• Procure ser feliz en su tiempo libre, dedicándose a sus aficiones o procurando ayudar a los demás.
• ¡¡Sonría a la vida!!, aún en los momentos más adversos, ya que reír es sanar.